- DENOMINACIÓN:
Se denomina telescopio (del griego τῆλε «lejos» y σκοπέω
«ver») al instrumento óptico que permite ver
objetos lejanos con mucho más detalle que a simple vista. Es una herramienta
fundamental de la astronomía, y cada desarrollo o
perfeccionamiento del telescopio ha sido seguido de
avances en nuestra comprensión del Universo.
Gracias al telescopio —desde que Galileo en 1609 lo usó para
ver a la Luna, el planeta Júpiter y las estrellas— el ser humano pudo, por fin,
empezar a conocer la verdadera naturaleza de los objetos astronómicos que nos
rodean y nuestra ubicación en el Universo.

En varios países se ha difundido la idea
errónea de que el inventor fue el holandés Christian Huygens, quien nació mucho
tiempo después.
Galileo Galilei, al recibir noticias
de este invento, decidió diseñar y construir uno. En 1609 mostró el primer
telescopio astronómico registrado. Gracias al telescopio, hizo grandes descubrimientos
en astronomía, entre los que
destaca la observación, el 7 de enero de 1610, de cuatro de
las lunas de Júpiter girando en torno a
ese planeta.
Conocido hasta entonces como la lente espía, el nombre «telescopio»
fue propuesto por el matemático griego Giovanni Demisiani el 14 de abril de
1611, durante una cena en Roma en honor de Galileo,
una reunión en la que los asistentes pudieron observar las lunas de Júpiter por medio del aparato
que el célebre astrónomo había traído consigo.
- CARACTERÍSTICAS:
El parámetro más importante de un telescopio es el diámetro de su «lente objetivo». Un telescopio de aficionado generalmente tiene
entre 76 y 150 mm de diámetro y permite observar
algunos detalles planetarios y muchísimos objetos del cielo profundo (cúmulos,
nebulosas y algunas galaxias). Los telescopios que superan los 200 mm de
diámetro permiten ver detalles lunares finos, detalles planetarios importantes
y una gran cantidad de cúmulos, nebulosas y galaxias brillantes.
Para caracterizar un telescopio y utilizarlo se emplean una serie de parámetros y accesorios:

- TIPOS DE TELESCOPIOS:


- MONTURAS:
Montura altazimutal
Una montura de
telescopio sencilla es la montura altitud-azimut o
altazimutal. Es
similar a la de un teodolito. Una parte gira en azimut (en el plano horizontal), y otro
eje sobre esta parte giratoria permite además variar la inclinación del
telescopio para cambiar la altitud (en el plano vertical). Una montura Dobson es un tipo de montura altazimutal que es muy
popular dado que resulta sencilla y barata de construir.
Montura ecuatorial
El principal
problema de usar una montura altazimutal es que ambos ejes tienen que ajustarse
continuamente para compensar la rotación de la Tierra. Incluso haciendo esto
controlado por computadora, la
imagen gira a una tasa que varía dependiendo del ángulo de la estrella con el
polo celeste (declinación). Este efecto (conocido como rotación de campo) hace que una montura
altazimutal resulte poco práctica para realizar fotografías de larga exposición
con pequeños telescopios.
La mejor solución para telescopios astronómicos
pequeños consiste en inclinar la montura altazimutal de forma que el eje de
azimut resulte paralelo al eje de rotación de la Tierra; a esta se la denomina
una montura ecuatorial.
Existen varios tipos de montura ecuatorial, entre
los que se pueden destacar la alemana y la de horquilla.
Otras monturas
Los grandes telescopios modernos usan monturas
altazimutales controladas por ordenador que, para exposiciones de larga
duración, o bien hacen girar los instrumentos, o tienen rotadores de imagen de
tasa variable en una imagen de la pupila del telescopio.
Hay monturas incluso más sencillas que la altazimutal, generalmente para instrumentos especializados. Algunos son: de
tránsito meridiano (sólo altitud); fijo con un
espejo plano móvil para la observación solar; de rótula (obsoleto e inútil para astronomía).
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